11 jul 2012

De todo se sale...


Hacía mucho tiempo que no escribía, bastante diría yo para ser lo normal en mí. Pero he estado bastante ocupado con otros quehaceres, no tan importantes como para no ponerme a esbozar unas líneas sobre el papel. Pero si he estado absorto y ofreciendo mi tiempo a un nuevo hobbie, que me ha devuelto un poco “la vida”.

No es nada del otro mundo, pero si es algo que me hace sentir algo diferente, algo que me motiva, ya sabéis yo y mis motivaciones, tú y tus historias. No puedo asegurar cuanto durará, mucho, poco, tal vez ya me haya cansado… No lo creo sinceramente. Pero mientras dure esa sensación quiero saborear cada momento que paso haciéndolo.

Me alivia, me hace saber que tengo algo que hacer, me hace sentir que el tiempo que le dedico lo hago porque quiero y no porque me sienta obligado. Pero hoy he tenido un momento de silencio total, estaba en la playa, mis acompañantes y yo tumbados al sol de la tarde, callados, respirando, viviendo ese remanso de paz.

Y lógicamente mi mente se ha puesto a volar, le ha dado por pensar en como ha pasado el tiempo, en como un año ha volado tan rápido y a la vez tan lento. En que situaciones tan dispares te ha llevado la vida, tú forma de ser o de vivir, en esos recuerdos de gente, lugares, acciones… Compararlo con la realidad actual. Tú “Yo” de ahora.

Hace un año celebraba este día rodeado de muchísimos, muchísimos a los que podía llamar amigos, mucha gente que se hizo un hueco en mi vida, otros que llevaban muchos años ahí ayudando a bombear cada latido, otros que acababan de aparecer y habían sabido llegar hasta dónde otros no habían podido. Una situación que parecía desastrosa, malos rollos, problemas a la espalda… que a mí no me parecían tan graves, pero para otros eran el horror.

En ese mismo periodo de tiempo viví una situación sentimental que no quería vivir, caí en las redes de esos sentimientos bucólicos que te hacen perder la noción del día, las horas, te hacen sentir como un adolescente. En fin, compartía la vida con una persona a la que consideraba adecuada para mí, aunque más de uno me había advertido que esa chica no me convenía… Yo me arriesgué, jugué mis cartas y me lleve una mano, aunque la partida la ganó ella.

No puedo decir que me arrepienta, todo lo contrario, había encontrado alguien que me daba el cariño que no te puede dar un amigo, un hermano, un familiar. Alguien diferente pero a la vez parecido a mí, seguramente fuera eso lo que me atrajera. Eso acabo, parecía que bien, pero no, semanas más tarde perdimos todo contacto, y aunque prometió no desaparecer de mi vida, lo hizo.

Hace un año tenía una vida social muchísimo más acentuada, como he dicho me rodeaba de un círculo bastante extenso… Pero eso cambió, ya fuera por mi culpa (que no me quito culpa), culpa de terceros, o de los propios. Todos nos distanciamos de tal forma y solo unos pocos sobrevivimos.

Parece que todo lo que he escrito hasta aquí pinta mal, verdad? Seguramente si no fuera mi vida, la respuesta sería que sí. Pero por suerte uno se repone de eso, este año una celebración más íntima, los que sobrevivimos juntos, no necesitaba más. Si es cierto que a veces siento la soledad al ver todos con sus vidas, sus parejas y sobre todo su vida encauzada, con algo que hacer…

Pero de todo se sale, cada cual tiene su método, yo encontré el mío y ya lo escribí por aquí hace unos meses. En comparación con el año anterior no salgo perdiendo, la vida sigue su curso, sigo trabajando, he cambiado de departamento, sigo con turnos, sigo cuidando de mis padres como siempre… Al año pasado solo hay que quitarle una relación amorosa y alguna amistosa, como digo de todo se sale ;)